Es el día de toma de contacto con tu moto, el nuevo país, el terreno y los equipos de navegación si los utilizas. Será una jornada de pocos kilómetros, pero intensa en sensaciones.
Recorrerás un paisaje de alta montaña, atravesando parques naturales a casi 1.800 metros de altitud. Sentirás el contraste de rodar por pistas altas y después, bajar a los valles.

Después de la primera jornada, ya te habrás familiarizado con el terreno, así que hoy toca sumar kilómetros en dirección al sur.
Atravesarás uno de los parques nacionales más impresionantes, rodeado de majestuosos bosques de cedros de más de 30 metros de altura y acompañado por animales simpáticos e incluso algún lago.
Te esperan hasta cuatro puertos de montaña de hasta 2.200 metros. La jornada terminará en un escenario espectacular, rodeado de algunas de las paredes verticales más icónicas del país.

Es momento de despedirte de la montaña, de la altitud y de las temperaturas frías, porque el paisaje cambia radicalmente.
Dejarás atrás los bosques y los árboles centenarios para adentrarte en un entorno de colores cálidos. Te enfrentarás a caminos variados y llanos combinados algunos tramos de carretera para recuperar energías. La altitud disminuirá progresivamente y, en el camino, pasarás por una presa y descubrirás monumentos turísticos ocultos en mitad del desierto, accesibles sólo en offroad.

Llega uno de los momentos más esperados: el contacto con las dunas.
Podrás admirarlas de cerca sin necesidad de cruzarlas, simplemente rodeandolas, o, si eres más atrevido, podrás surfearlas al más puro estilo dakariano.
El día culminará con un atardecer inolvidable y una noche mágica en un bivouac en mitad del desierto, viviendo la auténtica aventura.